Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento, en la que las neuronas no producen la suficiente dopamina.
Parece ser que puede existir un componente genético.
Los síntomas comienzan lentamente en un lado del cuerpo, para acabar afectando a los ambos lados.
Síntomas
- Temblor en las manos, los brazos, las piernas, la mandíbula y la cara.
- Rigidez en los brazos, las piernas y el tronco.
- Lentitud de los movimientos.
- Problemas de equilibrio y coordinación.
El síntoma más conocido es el de los temblores, pero quizás el más limitante para el paciente es la rigidez, ya que limita las actividades de la vida diaria así como la marcha.
Los problemas de equilibrio y coorinación pueden llevar a caídas, lo que puede llevar a fracturas e incluso encamamiento por las mismas, lo que sería un problema para el tratamiento de los enfermos de Parkinson.
Ejercicio Terapéutico y Parkinson
Cuando nos enfrentamos a un paciente con Parkinson, tenemos que saber en que estadío de la enfermedad se encuentra y que limitaciones tiene.
Por lo que una vez más la valoración inicial es fundamental para marcar los objetivos y el plan de ejercicio terapéutico adaptado.
El entrenamiento de fuerza se hace muy importante para la mejoría de estos pacientes, para compensar los desequilibrios. Por lo que será importante valorar para entrenar músculos como:
- Glúteo medio.
- Cuádriceps e isquiotibiales.
- Erectores de columna y cuello.
Esos son algunos de los músculos que solemos valorar y trabajar con los enfermos de Parkinson, pero no serán los únicos, todo dependerá de la valoración inicial.
El plan de ejercicio terapéutico lo enfocaremos principalmente a:
- Trabajo de fuerza, para mejorar los desequilibrios.
- Aeróbico, para aumentar resistencia y disminuir fatiga.
- Movilidad, para trabajar la rigidez.
- Ejercicios de equilibrio y coordinación.
- Trabajo de Marcha.
Dosificación del plan de entrenamiento
Al tratarse de una enfermedad que empeora lentamente, es importante hacer ejercicios diarios, aunque el entrenamiento de fuerza o alta intensidad los reservemos para 2-3 días en semana.
Es muy importante ser constantes en el trabajo de ejercicio terapéutico, porque nos va a ayudar a encontrarnos mejor, menos rígidos y más fuertes.
Tu fisio te puede ayudar
Un fisioterapeuta te ayudará, desde una valoración inicial, a identificar las principales debilidades y necesidades que puedas tener como consecuencia de esta enfermedad.
Tras esa valoración marcará, consensuando contigo, las necesidades reales y las urgencias a tranajar.
En este momento con los objetivos marcados planificamos un plan de ejercicio terapéutico, donde nos marcaremos hitos a conseguir, que marcarán la evolución de los ejercicios.
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