¿Qué son las roturas fibrilares?

Siempre que oimos hablar de las roturas fibrilares pensamos en el mundo del deporte, como si eso fuera exclusivo del deporte, hasta que nos pasa a nosotros.

Desde el momento que nuestros músculos están formados por una «maraña» de fibras musculares, éstas se pueden romper.

Si alguno de vosotros ha padecido alguna vez esta lesión sabrá perfectamente que, el ejemplo que ponemos muchas veces, es muy cierto. Es como un trapo viejo que se parte por la falta de elasticidad y exceso de tensión.

En resumen, y para ser didácticos, podemos decir que es una rotura fibrilar es cuando se interrumpe la continuidad de las fibras musculares por un exceso de tracción de las mismas en un punto.

Además existe una impotencia funcional a realizar la contracción del músculo dañado, debido a esa rotura y las consecuencias biológicas y fisiológicas que aparecen en consecuencia.

Músculo

Para entender bien como se producen las roturas fibrilares, es importante tener un mínimo conocimiento de cómo y qué es un músculo.

Un músculo no es más que una parte de nuestro cuerpo que obece la orden de contracción que recibe, con esa orden produce un movimiento o estabiliza una articulación.

Los músculos se fijan normalmente a dos partes óseas ,que son las que mueven o estabilizan (mientras se está produciendo otro movimiento, por ejemplo)

Sabemos que los músculos tienen un origen y una inserción, en un hueso, entendemos que tienen una acción y una inervación que es por donde llega el «mensaje» de contracción y/o relajación.

Lo que no solemos conocer es la morfología del músculo, cómo es por dentro, y esto es algo importante, ya que las roturas pueden darse en distintas localizaciones,dentro de la estructura del músculo.

Resumiento mucho, pero para no dejar de ser didácticos , podemos dividir un músculo en:

• Tendón: es por donde se une a las huesos, la rotura tendinosa las trataremos en otra entrada, y por donde trasmiten su fuerza por medio de la contracción muscular.
• Fascículo: son como unidades funcionales dentro del músculo, es su estructura interna más grande.
• Fibra muscular: es lo que contienen los fascículos.
• Miofibrillas: son el contenido de las fibras musculares, es la unidad básica de contracción.

Por supuesto nos dejamos muchas otras estructuras, pero que carecen de relevancia didáctica para la persona que sufre un rotura fibrilar.

Signos y síntomas de rotura fibrilar

Cuando llega a consulta algún paciente con rotura fibrilar suele decir que, mientras realizaba alguna actividad o esfuerzo, sintión un dolor muy fuerte y que no pudo seguir.

Existe un signo típico que es el «signo de la pedrada», hace referencia al dolor tan intenso que se produce, que da la sensación de que nos han tirado una piedra donde se ha producido la rotura. De hecho, muchos pacientes dicen que miraron a ver si le habían tirado una pieedra.

Otras persona describen como la sensación de rotura de un trapo viejo, con su sensación de crujido mientras se rompe.

Los signos más evidentes de las roturas fibrilares son:

• Dolor intenso: sensación de que le han dado una pedrada o crujido de un trapo viejo.
• Impotencia funcional: el paciente no puede seguir con lo que estaba haciendo, y la contracción del músculo dañado, así como su estiramiento es doloroso.
• Derrame o hematoma: lal partirse las fibras aparece un sangrado que suele extravasarse a la piel y ser visible.

También podemos sentir, a la vez que los anteriores como un calambre que recorre la zona dañada.

¿Cómo se diagnostican?

Como siempre lo más importante es la historia clíncia del paciente y las valoraciones funcionales que hagamos durante la realización de la misma.

El ecógrafo es un gran aliado de los fisioterapeutas para ver la zona del múculo dañado, localizar y ver la magnitud de la lesión, siendo fiable la ecografía a las 72h desde que se prudujo la lesión.

La resonancia magnética será la prueba definitiva, si tenemos dudas con el ecógrafo o si no la vemos por algún otro motivo.

Tratamiento

La terapia manual nos va a ayudar con las consecuencias de la rotura, como la rigidez y la falta de movilidad.

Pero las técncas invasivas en este tipo de lesiones a mostrado una eficacia absoluta, además de acelerar los procesos de recuperación, siempre de la mano del ejercicio terapéutico.

Las técnicas invasivas de elección (siempre ecoguiadas) son:

• La EPI: para absorver hematoma y regenerar el tejido dañado.
• La neuromodulación: para quitar dolor y sensibilidad a la zona.

Como decimos siempre acompañadas de ejercicio terapéutico encaminado a recuperar función, a través de la correcta dosificación de las cargas aplicadas al músculo dañado.