¿Qué es?

Es una de las lesiones más comunes y más conocidas del brazo. Se le conoce como codo de tenista por darse mucho en los deportes de raqueta y pala, por el peso de las mismas, por el movimiento deportivo y por lo repetitivo del gesto deportivo.

¿Cómo se produce?

Muchas personas al decirle que tienen codo de tenista nos dicen: pero si yo no juego al tenis. Bueno es el nombre coloquial que se le ha dado a esta lesión, pero no sólo se relaciona con los deportes de raqueta o pala.

Es una lesión de los músculos que se insertan en el epicóndilo humeral, en el codo. Se produce una degeneración e inflamación de estos músculos, conocidos como epicondíleos.

Los movimientos repetitivos, las cargas sostenidas, los agarres en el gimnasio etc; pueden provocar una sobrecarga de ésta musculatura, que acabe provocando una degeneración e inflamación de la misma, produciendo a la larga, dolor e impotencia funcional.

Muchas personas que pasan horas frente al ordenador, ya se por el teclado, el ratón o la postura de la persona, con los años pueden acabar desarrollando esta patología.

¿Qué tratamiento tiene?

Desde la Fisioterapia existen muchas posibles intervenciones, en función del estado o la evolución de la patología, no se trata igual en estado agudo que en un estado crónico, por ejemplo.

Pero existen algunas intervenciones que siempre serán de ayuda, adaptadas al estadío de la lesión:

• Terapia manual: nos ayudará a darle movilidad a la musculatura y a los tejidos de alrededor, pudiendo tratar tensiones musculares y puntos gatillo.
• Tecarterapia: es una técnica en la que el paciente siente calor, que alivia el dolor, nos permite movilizar tejido y ayuda a las células a acelerar sus procesos biológicos de recuperación, acortando los plazos de recuperación.
• EPI: la Electrolisis Percutánea Intratisular genera un efecto electrolítico que nos ayuda a modificar el ambiente en el que está la célula, disminuyendo los edemas y favoreciendo la formación de tejido muscular y tendinoso, acelerando de forma significativa la recuperación del paciente. Además nos permite no parar de trabajar con el paciente en elementos activos.

Clave el ejercicio terapéutico

Extraemos de un estudio las siguientes conclusiones: el ejercicio terapéutico «disminuye el dolor, mejora la función y aumenta la fuerza libre de dolor a corto, mediano y largo plazo. Hay pruebas sólidas de que la terapia con ejercicios reduce el dolor, aumenta la fuerza y ​​evita el dolor a corto plazo. Existe una fuerte evidencia de que la terapia con ejercicios reduce el dolor, aumenta la fuerza y ​​mejora la funcionalidad a corto, mediano y largo plazo».

Los Fisioterapeutas podemos planificar un plan de ejercicio terapéutico para mejorar las dolencias producidas por esta patología y mejorar la función de la articulación.

Os dejamos la referencia del estudio por si queréis consultarlo: Ejercicio terapéutico para epicondilalgia lateral: revisión sistemática. Araya Quintanilla F, Moyano Gálvez V. Revista de la Sociedad Española del Dolor 2015 Nov-Dic;22(6):253-270. Revisión sistemática. Artículo

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