Muchas son las personas que están familiarizadas con el término condromalacia. Como ya os comentamos, es uno de los diagnósticos habituales que vemos en consulta.
¿Qué es la condromalacia?
A mis pacientes les suelo decir que es la antesala de la artrosis. Se trata de un reblandecimiento del cartílago que tiene la rodilla y que soporta el peso y las presiones que recibe dicha articulación. Se definen cuatro grados dentro de la condromalacia: desde el grado uno que sería dicho reblandecimiento, hasta el grado cuatro en el que produce una úlcera condral («un agujero» en el cartílago).
El desarrollo de la condromalacia es lo que acaba llevando a la destrucción del cartílago que es la responsable de la aparición de la artrosis. Por este motivo, les digo a mis pacientes que se trata de la antesala de la artrosis. Ese reblandecimiento condral es el que acaba llevando a las úlceras condrales, y éstas a la destrucción del cartílago y, por tanto a la artrosis. Podemos decir, entonces, que se trata de una lesión por desgaste.
Factores de riesgo
Todos con el tiempo presentamos problemas en el cartílago de la rodilla y, por tanto, tendremos dolor de rodilla en algún momento. Lo que es importante, es que dicha evolución sea acorde a la edad que tenemos. Existen muchos factores que condicionan la aparición de condromalacia y que esta sea antes de lo debido, ponemos algunos ejemplos:
- La edad: al tratarse de una lesión de desgaste, parece lógico, que a más edad más posibilidades de padecer condromalacia.
- El peso: las personas con sobrepeso infundirán mayor presión a ese cartílago favoreciendo el desgaste.
- El deporte: hay algunos deportes que producen un mayor impacto en las rodillas por lo que pueden favorecer la condromalacia.
- El ángulo «Q»: el ángulo que forman el fémur y la tibia puede condicionar la aparición de condromalacia prematura en alguno de los compartimentos de la rodilla.
- Tendinitis rotuliana y cuadricipital: estás tendinitis, si se producen con frecuencia, pueden favorecer la presión sobre la rótula.
¿Cómo se diagnostica?
Existen pruebas ortopédicas, de uso habitual en consulta, para confirmar o intuir si existe condromalacia. Muchas veces nos encontramos con pacientes con dolor en la cara anterior de la rodilla, que han sido diagnosticados de condromalacia, y que dan negativo en las pruebas ortopédicas, por lo que pueden venir mal diagnosticados.
Normalmente cuando acuden al médico por dolor anterior de rodilla se les manda una radiografía, que no suele aportar demasiada información. La ecografía nos aporta más información de las partes blandas, pero también nos arroja poca información del estado del cartílago. Por ello, normalmente para saber el alcance de la lesión, la técnica de imagen de elección es la resonancia magnética.
Tratamiento Fisioterapia
Dependiendo del grado, o de la evolución de la lesión, y del origen de la misma, escogeremos un tipo de tratamiento u otro. Lo que está claro que un programa de ejercicios personalizado y adaptado, a cada paciente y al grado de lesión, reporta unos resultados increíbles a corto plazo. Esto es así, siempre que los pacientes cumplan con el plan de entrenamiento, y que el fisioterapeuta consiga que el paciente entienda la importancia de los ejercicios, y cómo realizarlos. Conforme consigamos resultados, habrá que revisar los ejercicios y volver a adaptarlos si fuera necesario, aumentando carga, repeticiones, cambiando ejercicios, lo que requiera el paciente.
Lo más importante es quitar el dolor del paciente, como casi siempre, pero también ganar movilidad y elasticidad de los tejidos para retrasar la evolución de la condromalacia rotuliana, y así, retrasar la aparición de la artrosis.
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